viernes, octubre 30, 2009

Obediencia a toda prueba

El teniente japonés Hiroo Onoda es el ejemplo extremo de la obediencia militar. En 1944, mientras actuaba en la isla filipina de Lubang, su comandante le ordenó mantenerse en su puesto "aún cuando la unidad a su mando fuera destruida". Onoda acató la orden por 29 años; cuando en 1975 se rindió portaba todavía su viejo fusil y pretendía seguir peleando si era necesario. Había cumplido 52 años y continuaba oculto en los bosques de la isla. Ignoraba completamente que la guerra había terminado; al momento de su captura, declaró: "no me entregué antes porque no había recibido la orden de hacerlo".

Este sin embargo no fue el único caso de soldados japoneses que se negaron a rendirse. Como el Emperador Japonés transmitió la rendición por radio, y nunca nadie había escuchado su voz, muchos efectivos a su mando creyeron que era una treta del enemigo, y se resistieron a pensar que su líder, que tenía rango de divinidad, se rendiría de esa manera. Los que estaban más cerca del frente eventualmente comprendieron la realidad, pero ciertas unidades muy diezmadas no escucharon la transmición o no la creyeron. Sin contacto con otros, por muchos años existieron soldados japoneses "perdidos" en las selvas de Filipinas u otros lugares similares. Estos soldados tuvieron que ser convencidos por funcionarios filipinos y delegados japoneses que luego se encargaban de restituirlos a su país.

Incluso hacia 2005 había todavía rumores de más soldados de este tipo en ciertas zonas inaccesibles de Filipinas. El caso extremo es el de un soldado japonés que en ese año fue ubicado en Ucrania, país en el que se había casado. Durante todo ese tiempo había sido dado por desaparecido.

domingo, octubre 25, 2009

Acuerdos y desacuerdos

La retirada alemana de Grecia, que tuvo lugar en septiembre de 1944, fue uno de los episodios más extraños de la Segunda Guerra Mundial, a niveles que rozaban lo ridículo.

La evacuación se llevó a cabo tras la caída del frente sur de Rusia y el pase de Rumania y Bulgaria al campo aliado. Estos países habían sido invadidos por la URSS y, al pasarse a la órbita soviética, comenzaron a responder a la misma.

Alemania no podía sostenerse más en la región griega, teniendo en cuenta además los ataques de los partisanos. Debían evacuar a su personal de la península, para impedir que fueran capturados y muertos por la encerrona soviética.

El problema era que las fuerzas en la región, si bien eran pocas para una defensa coordinada, eran también demasiado grandes para lograr una evacuación eficiente y ordenada. Apenas había algunos aviones y buques viejos. La retirada hubiera sido imposible de realizar (al menos sin gravísimas perdidas) de no haber mediado un acuerdo entre ingleses y alemanes, según cuenta el ministro alemán Speer en sus memorias.

Durante varios meses, los aliados se repartieron la geografía europea que nacería luego de la guerra, que ellos ya veían se ganaría en 1945. En ese momento, a los británicos les preocupaba mucho el súbito desmoronamiento del frente oriental, que permitía que la URSS se apoderara de una gran cantidad de países que luego quedarían bajo su influencia. Les interesaba mucho poner un tope a esa expansión, y entonces vieron la oportunidad de hacerlo en Grecia.

Bajo los términos del acuerdo secreto, los ingleses no atacaron a las unidades alemanas que evacuaban Grecia. Por su parte, los alemanes debían hacerse fuertes en el puerto de Salónica, defendiéndolo de los soviéticos hasta que llegaran las unidades inglesas que los vencerían.

La propuesta al parecer partió del ayudante de Hitler, Jodl. Speer dice por fin que el único comentario que hizo Hitler al final de la operación fue: "es la última vez que nos prestamos a una cosa así."

martes, octubre 20, 2009

Totalmente perdidos

Luego del desembarco en Normandía, el terreno conocido como bocage le trajo muchos problemas a los aliados. Una mezcla de pantanos, granjas, bosquesillos y tierras abandonadas, separadas por setos de arbustos o montículos de tierra sobre un territorio de colinas y depresiones confundía a los soldados sobre su verdadera posición. El reconocimiento aéreo había calculado que se trataban de setos de uno o dos metros de altura, pero muchos de ellos tenían siglos de antigüedad y eran totalmente impenetrables e imposibles de escalar; ni siquiera los tanques podían pasar sobre ellos.

En este lugar, los soldados se perdían fácilmente, los vehículos no podían avanzar y la coordinación del fuego de artillería se hacía así cada vez más difícil. Se sabe que al menos en una ocasión un observador de artillería solucionó el problema ordenando abrir fuego sobre lo que se creía que era su propia posición, para luego ver dónde caían realmente los proyectiles.

jueves, octubre 15, 2009

Advertencia y precaución

Durante el levantamiento de Varsovia, la resistencia polaca tenía que enfrentarse a los bien blindados tanques alemanes en las calles, sin la ventaja de tener armamento pesado. La manera que desarrollaron fue el ataque con bombas de gasolina, armadas con botellas de vidrio: las famosas "bombas Molotov" empleadas anteriormente por muchas otras fuerzas de resistencia. Sin embargo, necesitaban recurrir a métodos mucho menos ortodoxos para hacerles frente.

Comenzaron a minar las calles, pero pronto se terminaron los explosivos. Entonces pintaban el suelo de las calles de blanco, y ponían carteles en polaco que decían: "cuidado, zona minada" o algo parecido. Los alemanes muchas veces evitaban, por sana precaución, esas zonas.

Al menos en una oportunidad, se sabe que un tanque alemán retrocedió ante un misterioso artefacto: una botella pintada de rojo que pendía de un cable tendido entre dos balcones. Los tripulantes del tanque no sabían cómo podía funcionar, pero no se atrevieron a ver si la trampa era falsa o verdadera.

En otra ocasión, en una calle en declive, una guarnición de soldados polacos dejó rodar, ante el avance de blindados alemanes, varios barriles pintados como si fueran de aluminio. Al ruido que hacían al saltar y rodar fue suficiente: los tanques les dispararon, pero al mismo tiempo dejaron de avanzar por la calle y se replegaron, evitando el contacto con la peligrosa carga que, erróneamente, suponían que cargaban.

sábado, octubre 10, 2009

Absurdo sacrificio

Durante el cerco soviético a la ciudad de Stalingrado, en donde se había atrincherado el VI Ejército alemán a las órdenes del general von Paulus, Hitler acudió a un curioso argumento para evitar que éste se rindiera. Pensó que, como ningún mariscal alemán se había rendido antes ante el enemigo, lo mejor era ascender a von Paulus a mariscal. Así lo hizo, y von Paulus entró a la historia como el primer mariscal alemán en rendirse y ser capturado.

A Hitler, por supuesto, la noticio lo llenó de indignación, sin importarle la gran cantidad de bajas alemanas completamente inútiles y el sacrificio total de muchos de sus hombres; en ese momento exclamó: "¿Cómo puede uno rendirse a los bolcheviques? ¿Por qué no se ha suicidado von Paulus? Los antiguos jefes guerreros, cuando todo estaba perdido, se arrojaban sobre su espada."

jueves, octubre 08, 2009

Flema británica

Durante la campaña inglesa contra los japoneses en Birmania, el teniente coronel Lowther es condecorado con la Orden al Servicio Distinguido por su sangre fría durante el combate. En el punto más crudo de la última batalla, Lowther había dirigido las operaciones... sentado en una reposera y tomando una taza de té, en un punto donde permanecía a tiro de cualquier arma japonesa.

Este tipo de acciones no hacía más que reforzar la leyenda de la tradicional flema británica. En esa misma campaña, los británicos quedaron escandalizados al ver lo que hacían algunos japoneses con sus prisioneros, desde usarlos para prácticas con bayoneta hasta quemar vivos a los heridos dentro de las ambulancias. En una ocasión, un oficial fue atado a una barricada sobre la que sus camaradas estaban descargando la artillería. De alguna manera logró desatarse, y lo primero que hizo luego de correr hacia las líneas amigas fue informar que estaban errando el tiro por 50 metros. Los artilleros corrigieron el dato y lograron facilitar el avance.